Víctor Almazán consigue mantener la atención en esta novela apasionante, contada por boca de un personaje, en el que creo intuir cierta similitud con las peripecias del ciego del Lazarillo de Tormes. La narración utiliza, en mi opinión muy acertadamente, un léxico de la época: la guerra de la independencia española.

El autor va hilvanando con gran acierto, el relato de una lucha de honor, a espada, entre las dos facciones del mismo ejército napoleónico; una investigación paralela para descubrir el autor del asesinato de un oficial italiano, y la posterior liberación de unos prisioneros de la guerrilla española; y una historia de amor nacida en medio del conflicto.

Sinopsis

En un Madrid ocupado por el ejército de Napoleón una riña en una taberna entre un grupo de oficiales franceses y otro de italianos provoca un muerto y un gran número de heridos.
La tensión entre ambas facciones puede hacer que el ejército se desangre entre peleas internas y venganzas y, para evitarlo, ambos grupos aceptan una solución: batirse en duelo, pues, pesar de pelear en el mismo bando, los italianos consideran que el honor lastimado solo puede restañarse en un combate.

Pepa Montes, una simple aguadora, será la protagonista en la sombra de una apasionante historia, capaz de cambiar el curso de la guerra.