Últimos días en Berlín


08.11.2023

Una novela que entremezcla de forma sublime el drama de la guerra, con la capacidad de la mente humana para adaptarse o mutar. Paloma Sánchez-Garnica entiende a la perfección la psicología humana: el fanatismo, la transformación de las personas y sus debilidades cuando carecen de pensamiento crítico y de unos valores morales sólidos. vecinos y conciudadanos, convertidos en monstruos capaces de las peores vilezas con quienes antes apreciaban y respetaban. El relato es desgarrador, como la triste realidad que condujo a Alemania al espanto de una guerra como la que provocó Hitler. Desde las carencias de quienes por fortuna nunca hemos vivido una guerra, el talento de la escritora nos conduce por la senda de los cambios en una sociedad engañada por un líder que prometía gloria y que, como todos los fanáticos y dictadores, se adueñaron del patriotismo señalando a todos los que no comulgaban con sus ideas condenándolos a la injusticia y frecuentemente a la muerte.

Al final, como en todas las guerras, la mayoría de los creyeron que vivirían una apasionante aventura, se estrellaron con la realidad que conlleva la muerte, la destrucción y las falacias de quienes las provocan.

 

La sinopsis:

Cuando Yuri Santacruz asistió al nombramiento como canciller de Adolf Hitler, no podía imaginar lo mucho que cambiaría su vida en Berlín. Había llegado allí unos meses atrás, después de haber huido, junto con parte de su familia, de San Petersburgo, asfixiados por una revolución que los había dejado sin nada. A Yuri también lo privó de su madre y su hermano pequeño, a quienes las autoridades rusas no permitieron la salida del país.

Ya en Berlín, su sentido de la justicia lo impulsará a defender a un joven comunista agredido por las tropas de asalto de Hitler. Ese día, además, conocerá a su gran amor, Claudia. Su vida dará un giro inesperado, y la que hasta entonces había sido su máxima prioridad, buscar a su madre y a su hermano, será sustituida por otra más urgente en esos tiempos convulsos: seguir con vida.