21 lecciones para el siglo 21


En este ensayo Harari, como ya hizo con sus obras Sapiens y Homo Deus, analiza el pasado del ser humano, nos ubica en el presente y, sin pretender describimos el futuro, que el mismo autor describe como impredecible, nos plantea de qué manera pueden discurrir determinadas cuestiones que pondrán en verdadero peligro los fundamentos sociales sobre los que se ha construido la civilización que hoy conocemos e incluso el mismo sentido de la libertad. Con el procesamiento de la inmensa información contenida en los llamados “Big Data”, las grandes compañías y los gobiernos, pueden saber lo que queremos hacer, comer o comprar, antes que nosotros mismos. Una realidad inquietante que puede conllevar una manipulación de la sociedad como nunca antes se hizo.

Por otro lado, la brecha futura entre ricos y pobres se agrandará al discriminar en cuestiones como la longevidad y la inteligencia. Solo algunos podrán pagarse ciertas manipulaciones genéticas para lograr una descendencia más sana e inteligente. ¿Se puede llegar a diferenciar a los humanos entre una raza superior y el resto? Demasiado inquietante; nos lleva a recordar los intentos anteriores con nefastas consecuencias, pero en un futuro próximo será una alternativa muy posible porque se hará sin violencia: el que pueda se lo costeará.

Otro de los aspectos que más me han llamado la atención es cuando pone de manifiesto el peligro de la tecnificación de la sociedad, con la irrupción de la robótica que puede llevar a la pérdida de numerosos puestos de trabajo, dependiendo de como se produzca esa irrupción. Pero lo más llamativo no es la cantidad de personas que podrían verse sin empleo y que, como apunta Harari, quizás la sociedad pueda mantener en sus necesidades básicas, sino la pérdida de relevancia de esas personas al no disponer de un objetivo en su existencia. La necesidad de logro se encontrará huérfana en un gran número de personas, en un mundo tan cambiante que hará de la capacidad de adaptación a esos cambios sea una de las más preciadas habilidades.

Por último, con el fin de no extenderme opinando sobre un ensayo con mucho contenido, Harari te invita a pensar. Frente a la gran cantidad de información falsa y manipulada, cuyas consecuencias nefastas son la elección de jefes de estado populistas: psicópatas me atrevo a decir, la única alternativa es trabajosa: leer e informarse, aprendiendo a discriminar en un océano de desinformación. Quizás pocas personas sin una vida suficientemente complicada en temas como: trabajo, vivienda o familia, estarán en disposición de hacer el esfuerzo. Puede que el día a día le coma el tiempo a demasiadas personas, pero no hacer ese esfuerzo puede ser de consecuencias nefastas. De hecho muchas de esas consecuencias ya son perfectamente visibles.