Primeras impresiones:
Encasillada en lo que se conoce como novela negra, Carne Ibérica es un “thriller” que tiene un ritmo trepidante. El lector tiene garantizado mantener la atención a lo largo de la misma. Es de esas novelas que necesitas retomar cuando la dejas.
Francisco Merchán se mueve cómodamente en el género policiaco, donde sabe combinar la sorpresa y la descripción de unos escenarios muy logrados, además de crear unos personajes singulares acorde con las historias narradas a lo largo de sus novelas.
Su sinopsis:
En una espectacular playa de arena dorada y aguas cristalinas aparece, con evidentes signos de violencia, el cadáver del polémico actor porno Roberto Trencillo, rey del «porno-freak» y propietario de la productora porno «Carne Ibérica S.A.». Su caso interrumpe el proceso autodestructivo en el que está inmerso el peculiar inspector de homicidios Diego Guerra. Lastrado por una grave tragedia familiar, el inspector se lanzará de forma casi suicida a una carrera por desentrañar el misterio que rodea el crimen del actor y a todos sus implicados, poniendo en riesgo su vida y la de los pocos que todavía le apoyan. Una serie de sucesos cada vez más brutales irán empañando poco a poco su labor hasta el punto en el que su fin parece ya algo inevitable. ¿Podrá el inspector Guerra resolver el caso antes de terminar de hundirse en las tinieblas a las que parece condenado? ¿Conseguirá descubrir quién es quién antes de que la función acabe y baje el telón? Una historia repleta de traiciones, mentiras y venganzas donde nunca podrás llegar a estar totalmente convencido de nada.