La última novela de Santiago Posteguillo y, como todas, fascinante desde la primera hasta la última página. A quienes ya conocen al autor, no les voy a convencer de la necesidad de leerla; ya lo saben. Solo tiene un aspecto negativo. Cuando la estás terminando, molesta el saber que habrá que esperar a la siguiente entrega. Ojalá las hubiera descubierto cuando toda la saga estuviera a la venta: seis novelas que, sin duda, leería una tras otra sin detenerme.

En esta ultima entrega, Posteguillo narra las guerras de la Galia, junto con las intrigas en Roma, donde sus enemigos, los optimates, intentan destruirlo, además de introducir a Cleopatra y Egipto. Cuando les la historia que nos cuenta todo parece fácil, pero te das cuenta del enorme trabajo de documentación que acompaña la novela y, en una ocasión, como un regalo extra, la irrupción de personajes ficticios que, quienes nos entretuvimos en la juventud con las historias de Astérix el galo, identificamos de inmediato y ahí aparecen brevemente Astérix, Obélix y su inseparable perrito Ideafix.

Poco más que decir de una obra maestra: ¡a leer!